Las herramientas de desbarbado y redondeo de bordes, dependiendo del proceso, recorrerán la superficie de la chapa. Esto creará una textura que puede ser deseable o indeseable, dependiendo de la aplicación. La adhesión de la pintura requiere una superficie más rugosa, pero por razones ópticas a menudo se exige un acabado más fino. En muchos casos, sin embargo, el usuario ya está satisfecho con los resultados que ofrecen las herramientas de d de las herramientas de desbarbado y redondeo de bordes para obtener una textura superficial atractiva. Para dar a la chapa un acabado definido, utilizamos unidades de tratamiento de superficies.
Las posibilidades de tratamiento de la superficie de una desbarbadora son limitadas. Las unidades de las máquinas de desbarbado no son adecuadas para un acabado normalizado específico que conocemos de los centros de servicio del acero. Sin embargo, la superficie de la chapa puede mejorarse con una unidad adicional de cinta ancha y sus abrasivos no tejidos después del desbarbado y el redondeo de los bordes. En este caso, se dispone de varios abrasivos no tejidos. La elección del "grano" establece la rugosidad o textura de la superficie. De este modo, en las aplicaciones habituales que se utilizan en el procesamiento de chapas metálicas, consiguen las superficies adecuadas para su posterior procesamiento. Las unidades de acabado de superficies y los procedimientos que aquí se presentan están pensados específicamente para ello.
